Conejo al ajo cabañil

Conejo al ajo cabañil


Un plato que sabe a niñez. Que huele a familia. Que evoca a merenderos, a fines de semana, a huerta, a celebraciones gastro vintage, a esos momentos que nuestro paladar y corazón recuerdan y que nos encanta repetir. De la cabaña a la mesa. Una receta sencilla y económica donde las haya y que consigue la unanimidad de pequeños y mayores. ¿Quién puede negarse a disfrutar con un conejo al ajo cabañil bajo limoneros o falso techo de cocina?

Como casi todos los platos de un recetario varía su proceso de elaboración de casa en casa pero el resultado termina siendo idéntico en satisfacción del comensal. Pedid a vuestro carnicero de confianza que os trocee el conejo en porciones de tamaño similar a fin de que al freírlo se haga homogéneamente. Mientras lo tenéis al calor del aceite y sartén preparad el majado de ajo, aceite, sal y vinagre. Este último es a gusto del cocinero ya que a muchos les gusta sentir un buen golpe y a otros solo el regusto del fermentado. Hay quien añade al mortero perejil picado y, por qué no, tomillo o romero para darle un aroma a monte ideal para este tipo de carnes.

Incluso hay quien también utiliza laurel con el conejo mientras se tuesta bien. Porque, eso sí, hacedlo hasta que la carne se dore bien (no queme) y no quede con un aspecto pálido hospitalario. Recordad que el corte de las patatas, aunque a simple vista secundario, es importante ya que de él dependerá que, una vez mezcladas con el conejo y el majado, se consiga ese desmigado tan característico de este plato por lo que debéis preparar unas panaderas finitas a fin de conseguirlo.

Un majado que sirve para casi cualquier tipo de carne, sobre todo cordero o cabrito y su asadura y casquería, otro manjar de nuestros #1001SaboresRM.

¡A saborear campo y tradición con la #GastropediaRM!

¡Dentro vídeo!

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