Se accede desde la plaza de las Moreras, en Torreguil.
El sendero se inicia en la Plaza de las Moreras por el camino que lleva hacia el aula de naturaleza del Majal Blanca, por el camino de la Cumbre, para seguir por el camino de los Arejos, hasta llegar a la finca municipal del Majal Blanco. Regresamos por el camino de los Quemaos hasta la plaza de las Moreras de nuevo.
El paisaje en este tramo del recorrido, mantiene señales de los antiguos pobladores del Majal. Una de especial interés es el cultivo de algarrobos. Pueden verse en pequeños bancales que constituyen un sistema de retención de agua y de sedimentos.
Llegamos a la cantera de argilitas, que tradicionalmente se han utilizado para impermeabilizar las viviendas en revestimientos y pavimentos.
Cruzamos ahora una de las pocas solanas que atraviesa el recorrido desde donde se pueden contemplar, hacia el Oeste, los resaltes rocosos de las Cuevas del Buitre. La carretera nos lleva a la casa del Majal Blanco, antigua edificación rehabilitada en 1990.
Pronto abandonaremos esta pista para tomar el camino que nos va a conducir, zigzagueando por la ladera orientada a Norte, hacia el Pico del Águila.
Recorremos un tramo con extensas manchas de lentiscos, jaras y jaguarzos. La densidad es tan alta en algunas zonas que se hace impenetrable. La alta densidad del matorral, junto con el dosel arbóreo y el tapiz herbáceo del suelo protegen las zonas donde la pendiente de las laderas es muy grande y la permeabilidad del suelo es escasa, minimizado los efectos de la erosión hídrica.
El tramo siguiente ofrece un mirador sobre el paisaje de las vegas del Guadalentín y del Segura, así como de las poblaciones que se extienden por las mismas: Sangonera, Alcantarilla, Murcia, Molina de Segura.
Nos adentramos en un tramo de senda. La cantidad de restos, huellas y excrementos de animales que se encuentran aquí es un claro indicio de la tranquilidad del hábitat. Se pueden distinguir señales que indican la presencia del ratón de campo, del conejo, del zorro y del jabalí. También es posible el avistamiento de aves rapaces, siendo el más frecuente el ratonero.
Durante un largo tramo el camino discurre por cumbre. Es una divisoria clara de dos ambientes: a un lado la umbría y el bosque, refugio de caza para los animales; al otro la solana que permite, en las zonas más llanas, el cultivo de almendros, uno de los árboles más extendidos pro zonas de secano.
El tramo final es una senda entre roquedos formados por rocas calizas. Sobre estas aparece las costras anaranjadas del liquen Xantoria. El Pico del Águila ofrece una extensa panorámica paisajística, ya que sobresale entre otras cumbres del Parque Natural de El Valle-Carrascoy, pudiéndose observar desde la Sierra de la Cresta del Gallo hasta los Filos, punto más alto de este parque, con Las Navetas a su falda. Las vistas que proporciona la vertiente Norte, es la de las Vegas del Guadalentín y del Segura franqueadas por las sierras de Espuña, la Muela, Ricote, el Carche, La Pila, Barinas y las sierras alicantinas. Hacia el Sur, si las condiciones meteorológicas son favorables es posible distinguir el Campo de Cartagena, con el Cabezo Gordo, el Mar Menor y sus islas, La Manga, Isla Grosa, montes litorales cartageneros (de las Cenizas, de la Fausilla), Bahía de Cartagena, Peñas Blancas, Cabo Tiñoso e incluso la Bahía de Mazarrón.
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