El sendero se encuentra inmerso en la Red Natura 2000, en un espacio catalogado como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), debido a la presencia de algunas especies como el búho real, el halcón peregrino o el águila perdicera. Además, pueden observarse otras especies protegidas, como la Tortuga Mora. Se trata de un sendero circular que discurre mayoritariamente por las ramblas del Baladre y de Los Mayorales, aunque también recorre algunas pistas de tierra y un tramo de carretera (RM-332 Águilas-Mazarrón). Desde la Loma del Escribano encontramos una panorámica desde la que podemos visualizar la Sierra de la Almenara y el Castillo de Tébar, entre otros lugares singulares. Además de este recorrido, existe una variante de menor distancia y con un recorrido circular, la cual, discurre por la Rambla del Baladre y la de los Mayorales, evitando el tramo por carretera. Los cauces de las ramblas por las que transcurre este sendero, habitualmente están secos, pero mantienen cierta humedad en el subsuelo incluso en los meses de verano. En estas zonas, crecen arbustos de mayor porte como los baladres, que le dan nombre al sendero o los lentiscos, permitiéndonos disfrutar de una vegetación más exuberante que la que encontramos en las laderas, donde la especie predominante es el esparto.
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