CONÓCENOS
El clima y el buen hacer de sus gentes han hecho de este municipio
un
oasis en el desierto murciano. Su situación entre Aragón y
Castilla la convirtieron en un lugar estratégico durante la reconquista,
la
fiesta
de la Santa Cruz en mayo recuerda estas batallas entre moros
y cristianos. Pasear por Abanilla es recuperar el sentimiento de la Edad
Media, las estructuras de sus calles, las casas solariegas...
PATRIMONIO
Numerosas ermitas recuerdan la piedad que embarga a este municipio, entre todas ellas destaca la
Iglesia de San José , patrón de Abanilla, que fue consagrada por el Cardenal Belluga en 1712. Muchos de sus parajes naturales son bañados por las intermitentes
aguas del Río Chícamo que recorren su atractivo
paisaje "lunar".