Bullas

Bullas
Vayan subiendo al gastro bus de los #1001SaboresRM. Dejamos las maravillosas aguas y gastronomía de Águilas para viajar de nuevo al interior, a la comarca del Noroeste, donde nos esperan los manjares característicos de Bullas.

¿Qué vamos a comer aquí? El bacalao salao es pieza fundamental de dos de sus platos más tradicionales: el rin-ran y el fandango o atascaburras. Ambos se elaboran prácticamente con los mismos ingredientes solo que varía la forma en que se someten a cocción. En el primero se pasa por lumbre o plancha el bacalao, patata, cebolla y ñora para mezclarlos antes de rematarlos con aceitunas negras y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra de cualquiera de nuestras almazaras. Es habitual también ver huevo duro en el emplatado final. Sin embargo, el fandango, además de tener en remojo el bacalao durante 2-3 horas, los ingredientes se cuecen y se sirve recién hecho. En ambos casos es imprescindible tener pan al lado.

En Bullas también podréis degustar uno de los clásicos de los #1001SaboresRM, el zarangollo, solo que aquí, además de los ingredientes habituales, se le añade patata lo que le da una textura y empaque diferente. O las siempre deseadas migas, emblema regional, cuya variedad siempre dependerá de los tropezones que se utilicen. ¿Las habéis probado con sardina y níscalos? Excelsas.

Como imprescindible es probar el ajo harina, un plato similar a las gachasmigas y que podéis rematar con unos ajos tiernos a la brasa. Nuevamente, el pan que no falte. Y, si de monte y campo estamos rodeados, no puede faltar un buen plato de arroz con conejo y caracoles. Uno de esas deliciosas recetas a la que es imposible resistirse.

Manjares todos ellos que debéis maridar con un vino Denominación de Origen Protegida Bullas antes de terminar vuestra comanda de los #Gastrofindes con unas tortas fritas (de aspecto similar a un buñuelo o rosquilla) bañaditas en azúcar para que vuestra vuelta a casa sea igual de dulce y cariñosa que esta sabrosa tierra os ha preparado o unas espectaculares torrijas, únicas en su forma de elaboración y que en nada se asemejan a las que todos tenéis grabadas en retina y paladar: dos partes de bizcocho, rellenas de yema, caladas en almíbar aromatizado con anís, fritas en aceite de oliva y rebozadas en azúcar.

¿Te vas a resistir a tanto manjar? ¡A Bullas se ha dicho!
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