Una de las comarcas que más te va a impactar, seas enólogo aficionado o avanzado, es la del Noroeste. Jumilla y Yecla son ciudades encajadas en parajes poseedores de un microclima específico y de un terreno ideal para el cultivo y maduración de la Tempranillo, la uva nacional; pero también se dejan seducir la Monastrell, la Pinot Noir, la Syrah y casi cualquier variedad de uva, blanca o tinta, con la que las bodegas quieran experimentar.
En las últimas décadas se ha producido una revolución en el concepto del vino de estas dos localidades, y hoy por hoy, es muy difícil encontrar uno que no te pueda acompañar en los momentos claves del día. Por eso, y para aumentar la calidad de tu experiencia enológica, los bodegueros han desarrollado el ciclo Música entre Vinos. El nombre te lo sugiere, pero nos gusta explicártelo: durante los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre, una serie de marcas organizan catas y conciertos, demostrando de una vez por todas que el proceso de degustación organoléptica no es sólo olfativa, visual o gustativa, sino también sonora y táctil. Porque, ¿quién no disfruta mucho más catando en buena compañía y con la banda sonora apropiada?
Toda la información del ciclo la puedes consultar aquí.