La historia de la Guía Michelin es como un buen plato de comida: empieza con ingredientes sencillos pero va evolucionando y con el tiempo, se le añade complejidad, hasta convertirse en toda una referencia internacional. Y aunque, a día de hoy todos asociamos la Guía Michelin con la alta cocina, no comenzó como algo relacionado con el mundo de los fogones.

Sus inicios se remontan a Francia en 1900, cuando los hermanos André y Édouard Michelin, dueños de una empresa de neumáticos, tomaron la decisión de crear una guía para ayudar a los conductores de carretera. No pensaron en restaurantes ni chefs, sino en ayudar a la gente que pasaba los días en la carretera, a poder viajar con mayor confianza.

Como es lógico, en aquellos días, no había GPS ni Google Maps ni siquiera las carreteras estaban tan desarrolladas. De esta manera, los conductores necesitaban indicaciones claras sobre dónde repostar, dónde comer o dónde dormir y fue así como nació la Guía Michelin. Se trata de una pequeña guía gratuita distribuida tan solo en Francia. Pero no olvidemos su principal objetivo: incentivar el uso de neumáticos Michelin.

Con el tiempo, la Guía Michelin se fue convirtiendo más y más popular, y fue en 1926 que se introdujo por primera vez el sistema de estrellas para calificar los restaurantes. Al inicio, la guía otorgaba una sola estrella a los mejores restaurantes, hasta que, con los años, se estableció un sistema con tres estrellas:

Una estrella para un "restaurante muy bueno"

Dos estrellas para "excelente"

Tres estrellas para "una cocina excepcional, que justifica un desvío"

Este gran cambio supuso un punto de inflexión, convirtiendo la Guía en lo que es hoy: la principal referencia internacional de la alta gastronomía.

Y aunque la Guía Michelin empezó en Francia, su influencia ha llegado a todo el mundo, y en nuestra Región brillan con fuerza.

Hoy en día, la Guía Michelin no solo evalúa la comida, sino también el servicio, la atmósfera y la relación calidad-precio. La metodología para otorgar las estrellas sigue siendo un misterio bien guardado, pero lo que está claro es que ser reconocido por la Guía Michelin sigue siendo uno de los mayores logros que un chef o un restaurante puede alcanzar.

Este crecimiento no es casualidad. En los últimos años, Murcia ha sido escenario de eventos gastronómicos que han colocado a la Región en el centro de la escena culinaria: la entrega de Soletes Repsol en tierras lorquinas, Cartagena siendo sede de los Soles Repsol 2024 o escenario de un episodio de MasterChef, son solo algunos ejemplos más recientes que demuestran el interés creciente por la cocina murciana.

Además, iniciativas como la reciente "Murcia desde el Sabor", están dando un paso más para impulsar el turismo gastronómico. Consiste en un plan estratégico que persigue el objetivo de posicionarnos como un referente en la oferta turística gastronómica de España. Para ello, se está poniendo en marcha el nuevo Centro de Interpretación de la Gastronomía, que estará ubicado en la planta baja del Teatro Romea.

Y la guinda del pastel se coloca la semana que viene: el 26 de noviembre, Murcia será la protagonista de la Gala Michelin 2025, un evento que reunirá a chefs, críticos y apasionados de la gastronomía, y que, por primera vez, se celebrará en nuestra región. El evento se retransmitirá en directo, pudiendo seguirlo desde aquí.